Optimización de Línea de Empaque

Conoce las clasificaciones y procesos de embalaje

clasificaciones y procesos de embalaje

Detrás de cada caja, empaque, bolsa, recubrimiento plástico o papel kraft, existe un proceso metodológico en el que la empresa elige la mejor forma de ocupar todos los materiales de embalaje disponibles. Por definición, la variabilidad responde a necesidades distintas que se pueden cubrir con una o varias alternativas. Algunos paquetes, por ejemplo, requieren protección total contra la corrosión; otros tantos sólo necesitan estar aislados del exterior mediante barreras físicas; unos cuantos se protegen, pero requieren un empaque transparente; así sucesivamente, en función del producto.

Así pues, existen tres tipos de embalaje: primario, secundario y terciario. El primero tiene contacto directo con la mercancía y por sí mismo tiene como fin la protección sin intermediarios. Luego está el secundario, el cual transporta o almacena productos envasados mediante envases primarios (una caja de cartón). Finalmente, el embalaje terciario es considerado un paso adicional porque recubre/transporta embalajes secundarios (cajas dentro de cajas, siguiendo con el ejemplo).

Después de elegir qué tipo de embalaje se utilizará, es momento de considerar otros aspectos importantes:

  • Que la opción elegida incluya por lo menos el trabajo de amortiguamiento y empaquetado. Después será decisión del consumidor agregar el sellado/etiquetado. Esto es importante porque el valor del producto logra mantenerse si permanece en buen estado, y de manera general es la función principal del embalaje.
  • Decidir el contenedor adecuado. Es ideal aquella caja, bolsa o empaque cuyo espacio con el producto es mínimo. Adaptar ambos elementos representa un ahorro considerable en costos de transporte, logística y utilización de material.
  • Conocer el objetivo del empaque. Son dos los escenarios más frecuentes: un empaque de protección y otro de presentación. El primero resguarda lo mejor posible el producto ante las inclemencias del exterior; el segundo es mucho más laxo en cuanto a resguardo, porque su principal motivo es mostrar el producto de forma elegante.
  • Si las cajas o bolsas tienen espacios considerables, será imprescindible el uso de rellenos adicionales, tales como bolsas de aire, papel o cartón hecho a la medida. Si el transporte requiere aislantes térmicos por las características del producto, estos deben considerarse dentro del presupuesto

Finalmente, toca sellar el material de embalaje. Son comunes las cintas de papel kraft, polipropileno o los famosos flejes en sus distintas presentaciones. Todos cumplen un objetivo: sellar y asegurar que el producto interno no ha sido manipulado. En forma opcional se pueden decorar algunos aspectos del embalaje, como una de las caras de la caja o el propio material de sellado. Esto es un aspecto diferenciador y no debe afectar el resto del proceso.

De la elección al envío. Todo es un proceso

Ahora que conoces el procedimiento exacto en la elección y posterior implementación del embalaje, sabrás con certeza qué tipo de material necesitas para proteger tus productos. Si aún tienes dudas sobre el producto y sus múltiples usos, acércate a un asesor de Grupo Velpak quien tendrá completa disposición para contestar todas tus preguntas.