En ediciones anteriores de este blog hemos expuesto la importancia de mantener aislados algunos productos delicados que pudieran reaccionar negativamente a los elementos del ambiente que circunda un embalaje. Algo tan inocuo como el aire que respiramos puede ser fatal para un material hecho de aleaciones metálicas, pues la humedad y el propio efecto corrosivo del oxígeno afectaría sobremanera la estructura de cualquier superficie no protegida.
Gracias a la investigación para combatir estas inclemencias, hoy contamos con productos asequibles para las industrias que no sólo sellan el producto de factores externos que pudieran afectarlo, sino también la facilidad con la cual podemos aplicarlo sin causar mayor daño al producto o los operarios encargados de tal labor. Incluso no es necesario colocar directamente la capa protectora; de ello se encarga una variante conocida como “inhibidor de corrosión de fase vapor” o VCI, por sus siglas en inglés.
¿Qué es VCI y cómo lo aplico a mis productos?
En términos generales, el VCI comprende un proceso químico a través del cual una clase de moléculas inhibidoras de corrosión forman películas microscópicas sobre superficies metálicas cerradas. Al hacerlo, evita filtraciones de humedad u otros factores ambientales asociados a la corrosión. Mencionamos el término “cerrado” o dentro del recinto porque sólo es efectivo mientras no existan corrientes de aire al interior del contenedor. Cuando se abre para ser transportado, las partículas se disipan de forma autónoma hasta abandonar el material que han protegido. Debido a ello, el fabricante recomienda restringir el flujo de aire para evitar que los vapores VCI no se liberen a ritmos demasiado apresurados.
Dicho esto, la aplicación de cápsulas VCI anticorrosivas es muy sencillo: basta con retirarlo del embalaje donde fueron transportados, situarlo al centro del recinto (ya sea en posición central o lateral), colocar fecha de instalación sobre el espacio dispuesto y cerrar el espacio el mayor tiempo posible. Siguiendo dichas recomendaciones, podemos ofrecer una protección continua del metal hasta por dos años. Por ello es importante colocar la o las cápsulas en posiciones que no prolonguen las vías de difusión VCI; de lo contrario, siempre es recomendable duplicar el número de difusores hasta tener una garantía de cobertura total.
El plus está en los detalles de distinción
No se puede escatimar en recursos cuando se trata de mantener en buen estado elementos críticos de un embalaje o construcción. Sobre todo aquellos hechos de material metálico, que si bien pueden reemplazarse, a largo plazo puede resultar más costoso que protegerlos de antemano. Las opciones volátiles VCI de Zerust ayudan a economizar recursos. En Grupo Velpak también nos preocupa la agilidad y facilidad de tus procesos: nuestros asesores están plenamente capacitados para ofrecerte las mejores opciones de productos y servicios disponibles. ¡Nos encantará escucharte!