Por sí mismo, el fleje es incapaz de ajustarse a la presión y cargas de un embalaje. Es necesario entonces que exista un acompañamiento que asegure con firmeza los dos extremos del material plastificado o de acero. Los sellos para fleje entran a escena, pues con ellos es posible dotar a la estructura de la integridad necesaria en situaciones extremas, tales como el transporte del material a través de cientos o miles de kilómetros.
Cada material tiene sus propios sellos: el plástico usará fijadores similares, mientras que el metal ocupará los apropiados, los cuales además cuenten con protecciones anticorrosivas y una gran fortaleza física. El tipo de sellado determinará la forma final de la unión entre el fleje y el cople; para ello tenemos dos tipos: muesca y nudo/moño. El primero corta la superficie de los bordes del sello para luego ejercer fuerza sobre los apéndices formados, de tal suerte que se forme una muesca inversa hacia abajo o hacia arriba que sujete firmemente todos los elementos del fleje.
Para el sello de nudo o moño, el procedimiento es como sigue: algunos extremos del sello se doblan hacia adentro, lo cual deforma el material de tal manera que provoca grandes fuerzas de fricción entre el fleje y el sello. Los expertos recomiendan utilizar esta técnica cuando la carga a transportar se monte sobre vagones de ferrocarril, dado que el flejado soporta fuertes impactos por balanceo y movimiento, aunque también puede ocuparse sobre transportes terrestres, tales como tráileres y vagonetas de gran tamaño.
Todo el procedimiento anteriormente descrito se ocupa en apenas unos centímetros cuadrados de superficie. Los flejes, tanto de acero como polipropileno, son láminas dobladas por los dos extremos que pueden venderse en bolsas de millares a un costo económico para la mayoría de los bolsillos y presupuestos. Según la necesidad, pueden venir abiertos (dos pestañas puestas hacia arriba) o semiabiertos (una pestaña abierta y otra cerrada), las cuales determinarán el tipo de herramienta que necesitarán para adherirse con firmeza al fleje.
Un sello para cada necesidad
Sin estos pequeños accesorios, un fleje jamás podría sujetarse al embalaje con la firmeza necesaria para llevarlo del punto A al punto B sin complicaciones. Si aún tienes dudas sobre el producto y sus múltiples usos, acércate a un asesor de Grupo Velpak quien tendrá completa disposición para contestar todas tus preguntas.