En blogs anteriores hemos destacado las distintas presentaciones del fleje y el uso recomendado de cada material (aquí puedes ver el artículo), pero uno de los más utilizados por la industria del embalaje es el de acero. Por su alta resistencia, facilidad de reutilización y amplia disponibilidad. A pesar de compartir funciones con otros materiales, el fleje de acero (en sus distintas presentaciones) es por lo regular una cinta metálica cuyo grosor es variable según las especificaciones del trabajo que ha de realizar.
Una de sus principales características es heredada: fortaleza, maleabilidad, estabilidad estructural y versatilidad. El acero, al ser una aleación de hierro y carbono, adquiere todas estas virtudes a partir del proceso de fabricación, el cual implica calentar la mezcla a temperaturas muy altas (1,400 o 3,800 grados centígrados, según el horno utilizado) y limpiar cualquier impureza para dejar el material que posteriormente será moldeado en la forma final.
La presentación resultante es la de bobina. Un rollo de fleje está firmemente empacado, tal que pueda proveer de una línea continua de material conforme se utilice; por lo regular, una bobina estándar de fleje contiene 1 kilómetro a lo largo, mientras que el ancho del material puede variar entre 13-33 milímetros, con espesores entre 0.4 y 1 milímetro. Los flejes de acero están diseñados para sujetar cargas pesadas o inestables al pallet, así como traslados nacionales y de exportación cuyo grado de dificultad sea elevado.
A pesar de sus múltiples ventajas, el fleje de acero puede enfrentarse a problemas variados si el material tiene defectos o se utiliza de forma incorrecta. En principio, cualquier uso inadecuado puede dañar el producto que se intenta proteger (esto sucede, por ejemplo, mientras intenta flejar cajas de cartón o similar que, debido a la presión ejercida, puedan abollarse e incluso romperse). Otra desventaja inherente al material tiene que ver con una eventual oxidación como consecuencia de estar expuesto a radicales externos como el aire, agua o químicos corrosivos.
El fleje de acero Signode, además de brindar un material metálico de alta calidad, agrega otros procesos a la fabricación del material. Por ejemplo, las bobinas y pallets son roladas en frío con acero de bajo carbono, lo que garantiza una resistencia excepcional a la presión y cargas del embalaje. Asimismo, están recubiertos por membranas resistentes a cualquier agente externo que pueda causar corrosión o debilitamiento del acero; este agregado está hecho de cinc encerado, el cual también protege contra daño superficial, rayaduras o arañazos.
Soporte total de embalaje
La decisión de comprar flejes de acero debe estar respaldada en una necesidad por dotar al embalaje de fortaleza, resistencia y flexibilidad. Si tienes dudas o comentarios acerca de este producto y sus características, te invitamos a comunicarte con uno de nuestros ejecutivos en Grupo Velpak. ¡Ellos te asesorarán de la mejor manera!
