Materiales ecológicos, Relleno para caja, rellenos ecológicos

Los cacahuates biodegradables y el beneficio al medio ambiente

Ante la creciente preocupación por evitar el uso de plásticos no renovables, las industrias que dependen en gran medida de él han empezado a modificar sus hábitos de consumo. Pasaron de los compuestos sintéticos no biodegradables a alternativas amigables con el medio ambiente. Por supuesto, el embalaje no fue la excepción, ya que hoy existen tecnologías y accesorios cuyo impacto ambiental resulta mínimo si los comparamos con opciones tradicionales. Uno de ellos son los cacahuates biodegradables.

El problema del reciclaje

Uno de los métodos de protección más solicitados cuando se desean empaquetar productos delicados –como electrónicos o juguetes– son los cacahuates. Este material hecho con espuma de polietileno (mejor conocido como unicel) se coloca alrededor del objeto a proteger, y su función primordial es absorber toda fuerza que impacte la superficie de la caja donde se asiente el material.

El problema surge cuando queremos disponer adecuadamente el residuo después de desempaquetado: al estar hecho de material sintético, su reciclaje resulta complicado por los componentes químicos agregados al sólido esponjoso. Por otro lado, se convierten en focos de contaminación latentes porque su acumulación fomenta el desarrollo de fauna nociva y el deterioro progresivo del ambiente donde se encuentren; sin mencionar los cientos de años que demora en descomponerse.

Alternativas eco-friendly

Biofill ataja los problemas medioambientales con una solución 100% orgánica y amigable. En vez de sintetizar compuestos inorgánicos, los cacahuates están hechos de almidón: fibra orgánica que tiene infinidad de usos dentro y fuera del embalaje; ello no le impide resistir las mismas cargas sobre el material que envuelve el producto.

Sus propiedades antiestáticas le otorgan grandes ventajas sobre opciones tradicionales, ya que con él se pueden proteger artículos electrónicos susceptibles a descargas electrostáticas ocasionadas por la fricción y el contacto de elementos con cargas eléctricas distintas.

Sin embargo, la mejor característica en términos de conservación tiene que ver con la facilidad de disposición como residuo. Es posible reciclarlo sin mayor complicación en cualquier centro autorizado, e incluso convertirse en composta para la flora local o comunitaria. Usar cacahuates biodegradables ayuda a que las “islas” plastificadas del océano dejen de crecer, a disminuir la acumulación excesiva de desechos en rellenos sanitarios, y también a fomentar el consumo responsable y sustentable de nuestros recursos naturales.

Empieza a cambiar el mundo

Cada vez hay más productos de embalaje comprometidos con su ecosistema. Tu organización puede empezar a cambiar sus hábitos de consumo y contribuir a esta buena causa que nos beneficia a todos. Grupo Velpak y su equipo de asesores tiene a tu disposición varias formas de contacto para que resuelvas tus dudas al respecto. ¡Siempre a la orden!