Cada vez que desempacamos productos comprados en el supermercado -como carnes frías, frutas o empaques de galletas- podemos notar que tienen un elemento en común: plástico transparente y muy fino que es usado como envoltorio. Si bien el propósito de este material puede variar según el producto, resulta un hecho que el tiempo de vida útil es muy reducido. A largo plazo, millones de toneladas de plásticos se acumulan sin fin en basureros, ríos y océanos porque la descomposición demora siglos. Sin embargo, existen alternativas biodegradables, resistentes y compatibles con la producción a gran escala que manejamos actualmente.
¿Qué es la poliolefina?
Son todos aquellos materiales sintéticos hechos a partir de la refinación de hidrocarburos alfáticos de cadena corta (también conocido como oleofina). Se caracterizan por su alta resistencia a los químicos, densidades menores a otros plásticos, flexibles y permiten el paso de la luz a través del material.
El derivado más conocido y socorrido por la industria del empaque es el termoencogido, el cual reacciona ante la mínima exposición al calor para ajustarse a la forma deseada. Es el plástico traslúcido que vemos como el recubrimiento de alimentos y productos embalados, por mencionar algunos ejemplos.
Sin embargo, la mayoría de estos materiales, al estar constituidos de polipropileno y polietileno, poseen propiedades no compatibles con la biodegradación del material. Por esta razón, Bolphane creó una poliolefina ecológica que es posible gracias a la invención del plástico oxo-biodegradable.
Al contrario que otras poliolefinas, el film Bolphane BYO lleva a cabo un proceso natural de descomposición, comenzando a fragmentarse y oxidarse debido a la luz y el calor ambiental. Durante 18 meses logran una degradación suficiente para que microorganismos encargados del “reciclaje” rompan sus moléculas y asimilen sus componentes esenciales. En un tiempo aproximado de 3 a 5 años, el plástico habrá sido transformado en biomasa, agua y dióxido de carbono.
Este film es pionero en ofrecer productos reciclables y resistentes a los procesos de producción contemporáneos. Pueden obtenerse resultados idénticos a la poliolefina tradicional, con cualquier tipo de maquinaria y a cualquier velocidad. Del mismo modo, presenta alta retracción y temperaturas de trabajo menores al promedio.
Hora del embalaje verde
Ante la amenaza latente de un mundo “plastificado”, siempre es bueno contar con caminos alternos que no representen cambios de paradigma significativos. Tener a la mano plásticos reutilizables es, sin duda, un gran avance. Si existen dudas o quieres conocer más, acércate a un asesor técnico de Grupo Velpak. ¡Nos encantará ayudarte!