Seguro has escuchado la prohibición que implementó el gobierno de la CDMX a principios de 2020 contra los plásticos de un solo uso. Esta nueva política pretende disminuir la presencia de materiales no degradables en el ambiente, puesto que el principal componente presente en rellenos sanitarios y vertederos clandestinos (incluyendo las calles de nuestras ciudades) son las bolsas de plástico hechas con material sintético. Debido a las propiedades complejas del material, éste tarda cientos de años -incluso siglos- en descomponerse naturalmente, lo que ocasiona problemas medioambientales difíciles de sobrellevar.
Ante la urgencia por deshacernos del plastificado que inunda ciudades y forma islas de basura en mar abierto, se han planteado alternativas sustentables como el uso de bolsas textiles o la reutilización de plásticos mientras sigan cumpliendo el propósito para el que fueron creados. No obstante, tales alternativas tienen fecha de caducidad temprana por el desgaste propio del uso indefinido.
Debido a esto, la fabricación de bolsas oxo biodegradables obtuvo fuerte impulso hace algunos años porque no es necesario modificar sustancialmente las propiedades físicas del plástico. De manera general, el proceso de oxo biodegradación consiste en “forrar” el material convencional (ya sea polietileno, polipropileno o poliestireno) con un aditivo plástico totalmente degradable (TDPA por sus siglas en inglés). Esta fórmula añadida se programa químicamente para que inicie la desintegración del material en un tiempo determinado; lo anterior provoca una fragmentación progresiva del plástico hasta que logra dimensiones suficientes para que microorganismos lo conviertan en dióxido de carbono, agua y biomasa.
A más tardar en un par de años, la bolsa de plástico originalmente dispuesta en vertederos regulados habrá desaparecido en un 90% por el efecto combinado del aditivo y las bacterias, hongos, algas, mientras que el material restante podrá disponerse para re-uso en otros productos de igual o diferente característica. Respecto a la sustancia catalizadora, se puede afirmar que no afecta el rendimiento original de la bolsa porque la vida útil ya está definida. De hecho, cada producto tiene fecha de caducidad, la cual se menciona con la leyenda “Úsese antes de”.
Nueva vida a los materiales
El uso de aditivos que promueven la oxo degradación resulta interesante si tomamos en cuenta la gran cantidad de plásticos convencionales que aún perviven en el ambiente. Si aún tienes dudas sobre el producto y las ventajas medioambientales que trae consigo, acércate a un asesor de Grupo Velpak quien tendrá completa disposición para contestar todas tus preguntas.