Para la industria y el público en general no son ajenas aquellas actividades donde se reutilizan los materiales con que fueron embalados los productos de envío. De hecho, este fenómeno ya se ve en la reutilización y reciclaje de chatarra metálica, papel y vidrio: los mismos chatarreros recopilan este material, que posteriormente puede ser reutilizado o reciclado según la necesidad. Este fenómeno se conoce como logística inversa o flujo retornable, y es parte fundamental del proceso contemporáneo porque implica un ahorro de material, así como beneficios inmediatos para el medio ambiente.
Los flujos logísticos retornables se definen como la transformación de los productos desechados por el cliente o usuario final en insumos nuevamente utilizables. De esta manera, cajas que originalmente fueron dispuestas para el transporte de artículos electrónicos tienen la capacidad de volver a utilizarse en similares condiciones sobre otros productos/servicios. El ejemplo del cartón es apenas uno de tantos posibles dentro de la cadena productiva, ya que la industria adopta (formal o informalmente) una política retroactiva en la que todo material propenso a ser utilizado más de una vez sea integrado nuevamente al ciclo.
En ocasiones será necesario efectuar pasos adicionales al material con el fin de dejarlo a punto para el próximo uso. Por ejemplo, las empresas embotelladoras de refresco reciclan sus envases de vidrio de la siguiente manera: recopilan el producto vacío, lo llevan de vuelta a la planta y se lavan con sosa cáustica para eliminar cualquier germen o bacteria residual. La anterior es una de las actividades incluidas en la logística inversa; aledaño a ella, está la separación de retornos, clasificación de estos, el tratamiento intermedio y el retratamiento en cuestión.
Otro ejemplo de flujo retornable lo encontramos en la industria del acero. Algunos componentes metálicos requieren protección absoluta contra la corrosión. Este propósito puede subsanarse con recubrimientos anticorrosivos como los ofrecidos por VCI, cuyas presentaciones son susceptibles al segundo uso porque el material con el que están hechos permite envolverlos al material cuantas veces sea necesario.
Renovar y reincorporar materiales utilizados previamente representa gastos menores en general para la empresa, pues de esta manera evita la compra de insumos nuevos en el corto plazo y ahorra en la utilización de los existentes. Por otro lado, la huella ecológica disminuye al dotar de esfuerzos adicionales en la reducción total de energía al momento de rediseñar envases o utilizarlos nuevamente y una menor contaminación ambiental pues no se desecha por completo el material.
Un aparato para cada necesidad
Cualquier material en condiciones suficientes para operar de nuevo es el elemento central del flujo logístico retornable. Si aún tienes dudas sobre lo que puedes hacer con cajas, pliegos de papel o películas protectoras utilizadas, pero en buen estado, acércate a un asesor de Grupo Velpak quien tendrá completa disposición para contestar todas tus preguntas.